martes, 6 de enero de 2009

Autoengaño: sí, no, tal vez...

Reality is merely an illusion, albeit a very persistent one
(La realidad no es más que una ilusión muy persistente)
Albert Einstein

A punto de volver a lo que me gusta llamar "la vida real", vuelvo a ponerme metafísica. No sé si será la elevada cantidad de azúcar en sangre, después de días y días de turrón y cava, o la falta de actividad intelectual potenciada por estos días festivos, pero el caso es que últimamente desvarío más de lo habitual.

Ahora bien, mañana es 7 de enero. Eso implica dos cosas: una, que muy pronto quitarán todas esas horribles luces de Navidad de las calles de Barcelona; otra, que toca volver a la rutina universitaria-laboral de la que tanto me quejaré en breve pero la cual echo en falta ahora mismo. Porque, afrontémoslo: la rutina es la mejor manera de mantener los pensamientos bajo control y, por el contrario, el exceso de tiempo libre propicia las paranoias.

Reality in our century is not something to be faced.
(La realidad en nuestro siglo no es algo que deba afrontarse)
Graham Greene

Estos días me ha dado por pensar que la realidad no termina de gustarme, y que el autoengaño no tiene nada de malo. Al fin y al cabo, en ocasiones "venderse" a uno mismo una verdad que no es exáctamente LA verdad puede ser necesario. Claro que llevado al extremo hace que nos convirtamos en gente totalmente desconectada con la que no se puede hablar...
Mi propósito de año nuevo es dejar de mirar hacia atrás con nostalgia, bloquear ese pensamiento que me viene a veces de que "todo tiempo pasado fue mejor" y venderme a mí misma una realidad útil, autoengañarme pero en plan bien, decirme que todo lo que pasa tiene su razón, o algo así. Porque amargarse no sirve de nada. Porque hay que encontrar la mejor actitud para cada momento. Porque ayer es historia, mañana es un misterio y hoy es un regalo: por eso lo llaman "presente".
Carpe diem.
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Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido.
Si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado.

Si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprendido
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez (SONETO)

1 comentario:

Alguna personita vino y dijo: